Una de las autobiografías moral de los más importantes de la historia alemana del siglo XX, y uno de los mejores libros que se han escrito sobre el nazismo.

Nadie ha sufrido tanto como Joachim Fest por la comprensión de la personalidad y los mecanismos del nazismo. Su ponderado análisis del Tercer Reich, sus biografías de Adolf Hitler, Albert Speer, así como la magistral descripción de los últimos días en el búnker de Hitler hecho de que El colapso, millones de lectores en todo el mundo. Pero ¿cómo podría él mismo, nacido en 1926, el nazismo, la guerra y la derrota de Alemania?

Joachim Fest, que murió poco después de que el final de este libro-la profundidad de la tragedia de los alemanes ha sido la incapacidad de las élites culturales para hacer frente con el nazismo. Atípico y conmovedor, este libro reúne para la resistencia al régimen nazi de una familia católica de alemán de la profunda convicción moral de su padre, que llevó a la pérdida de los privilegios y de la situación precaria de tratar de resistir la presión para unirse al partido nazi y las estructuras del régimen.

En estos recuerdos de sus años de infancia y juventud, Joachim Fest, por primera vez, ofrecen una mirada íntima de sus historias son más directos durante estos años oscuros. El principio de la prohibición de la práctica de la educación sufrido por su padre, su propia expulsión de la universidad, de su iniciación en el mundo de la ópera en berlín, sus lecturas durante el servicio militar, o su intento de escapar de un campo de prisioneros estadounidense, son algunos de los episodios protagonizada y narrada en primera persona por un observador de la oficina. Pero sobre todo Fest revela cómo, a pesar de las dificultades, ha sido posible hacer frente con la abrumadora acoso manos del régimen, de la humildad, de la firmeza de principios, la familia, la cohesión y la dignidad.

Reseña:

«En este espléndido libro demuestra la existencia de un grupo de alemanes que trató de resistir, de luchar por la libertad y que han sufrido las consecuencias de la guerra.»
Rogelio López Blanco, El Cultural