La odisea de un joven que ha puesto en riesgo su vida por un futuro mejor. Mi nombre es Ousman Umar. Yo sé que yo soy nacido un martes, no sé qué mes o un año, porque en mi tribu que no importa. Yo crecí en la sabana africana. Viajó a siete kilómetros para ir a la escuela. Mi vida era feliz y simple, hasta que un día, entre juegos, vi un avión que vuela. A partir de este momento, yo quería ser piloto, ingeniero, todo, pero en negro. La curiosidad sobre el mundo que me empujó a hacer un viaje sin retorno al País de los Blancos. Hace trece años, he cruzado el Sahara a pie, el mar en barco, y he visto morir en el camino a la mayoría de mis compañeros de viaje, entre ellos, mi mejor amigo. Cuatro años después del comienzo de la hazaña, me las arreglé para llegar a España, y, después de varios meses de dormir en la calle, fui acogido por una familia. La primera noche que dormí en su casa, a pesar de la comodidad, me puse a llorar como un niño. Por qué había sufrido tanto? ¿Por qué tanta lucha? ¿Qué había hecho mal? Ahora, tengo que contar esta historia, hasta que no hay más historias que contar.