«Los ojos de agua es un crimen, novela de corte clásico con una agilidad de la narración y los detalles sutiles que desentrañar una trama más compleja. […] Es también un homenaje a los ausentes: el de las mujeres, el de la melodía del saxofón, la claridad en las respuestas y, sobre todo, la de Galicia».

El País

Entre el olor del mar y de los pinos de galicia, en una torre residencial junto a la playa, un joven saxofonista de ojos claros, Luis Reigosa, parecía ser asesinado con una crueldad que apunta a un crimen pasional. Sin embargo, el músico es la muerte de no mantener una relación estable y un hogar, y limpiar las huellas dactilares, no muestra más que las puntuaciones son ordenados en los estantes y los saxofones colgados en las paredes.

Leo Caldas, de soledad y de melancolía, inspector de policía, que combina su trabajo en la estación de policía con una oficina de radio, estará a cargo de una investigación que la llevará de la bruma del crepúsculo, el humo de las tabernas y clubes de jazz. A su lado está el ayudante de Rafael Estévez, un aragonés, demasiado impetuoso para Galicia es paradójica y ambigua, demasiado impetuoso para su propio Leo, que se ve entre sorbos de vino, los fantasmas ocultos en el otro, tratando de sobrevivir por su cuenta.

Gracias a la obra de este singular tándem Caldas-Estévez, la verdad sale a la superficie, lo que nos lleva a descubrir el secreto que se esconde detrás de los Ojos de agua.