«En el día de un monje comienza con la limpieza. Se extiende por el interior del templo, el jardín, y fregar el suelo de la habitación principal. Pero no tenemos que limpiar porque es sucio o desordenado, pero para liberar la mente de cualquier sombra de la nube.» Con la limpieza a mano de un monje budista, Keisuke Matsumoto nos ofrece un texto que combina con gracia y ligereza exquisita zen, consejos prácticos y reflexiones filosóficas y espirituales.