Durante el funeral de un amigo, un experto en el arte, el detective Jager Havix es abordado por los hermanos y hermanas de Eva y Bernard Lisetsky, cuyos padres, el banquero judío Otto Lisetsky y su esposa, Lili, han sido asesinados en 1941, durante la ocupación alemana de los países bajos. Su intención es recuperar la colección de pinturas paterna expoliada por los nazis y que no ha habido noticias desde entonces. Después de un par de días, Havix recibe la herencia dejada por su amigo fallecido: un cuadro, un desconocido Vermeer, y una carta en la que narra la historia de Han van Meegeren, el artista, poco después de la guerra, la exposición de la que el gran falsificador, que había vendido a los líderes nazis perfectas imitaciones de las obras de este gran artista holandés por cifras astronómicas. La investigación de la información sobre la ubicación de la colección Lisetsky rush Havix en un laberinto de vertiginosa presa de asesinatos, suicidios, y las operaciones del arte, de la moral de dudosa calidad. Las pinturas, el que falta es un thriller, es emocionante leer y cautivante. Con un estilo elegante y depuración, y la documentación de trabajo serio, riguroso, Gauke Andriesse nos sumerge en la obra de Vermeer, en el paisaje de la escuela del siglo xvii y en las técnicas de falsificación en lo pictórico, en el momento en el que nos revela ciertos aspectos de la persecución judía y el arte del comercio en la época nazi, en el que entró en juego el intercambio de la obra por la vida humana.