La ciudad de Roma fue la megalópolis más grande de la época, con una población que puede muy bien haber superado el millón de personas, con un alto nivel estimado de 3,6 millones de euros. Una proporción significativa de la población vivía en innumerables centros urbanos, con una población de menos de 10.000 y varios asentamientos militares, una tasa muy alta de la urbanización, de acuerdo a los estándares de la era pre-industrial. La mayoría de las casas son de hacinamiento y que eran peligrosos, los habitantes vivían en constante temor de fuego.