Profundamente afectado por la muerte de la joven François, y mientras trata de asimilar lo que esta pérdida significa para Livia, y para él, Salvo Montalbano debe superar la fatiga y el desánimo, antes de enfrentarse a un caso relacionado con este flagelo, que, por desgracia, abunda en el mundo de hoy: la corrupción política en la adjudicación de obras públicas.

Como si el clima y el paisaje reflejan el estado de la mente del comisionado, una persistente lluvia y fuertes caídas en Vigàta y la inundación de sus calles y sus campos. En una tierra abandonada, en la que el agua se ha convertido en un barrizal, el cadáver de la joven contadora Giugiù Nicotra aparece con una bala en la espalda. La investigación del asesinato requiere del ingenio de Montalbano y sus ayudantes, y en la medida en que el comisionado de aclarar el enigma, no era un tipo diferente de barro, favores, contratos amañados, y las concesiones fraudulentas. Montalbano no está dispuesto a mirar hacia otro lado y, fiel a su carácter, él no se dará por vencido hasta llegar a la parte inferior de la cuestión; sin embargo, hay algo que no encaja: ¿por qué la víctima fue arrastrada a morir dentro de una manguera de drenaje del agua?

«En las novelas de Andrea Camilleri respirar los espacios, el sentido del humor y la desesperación que llenan el aire de Sicilia.» Donna Leon