Las Guerras Púnicas son, con toda probabilidad, la mayor y más significativa conflicto armado de la Edad. En más de un centenar de años, las dos naciones más poderosas en el Mediterráneo han luchado por la supremacía. Por Cartago, el conflicto terminó con la destrucción total del Estado y con la cuasi-desaparición de toda una cultura. En el lado opuesto, Roma ha crecido de un poder local para convertirse en una formidable máquina de guerra que va a dominar Europa y el norte de África durante los cinco siglos siguientes.