Sebastián sueña con ser un niño como los demás, ser capaz de correr como el viento en la cancha de fútbol, patadas al balón a trazar una parábola perfecta y con un gol. Pero su corazón tiene un defecto, desde que nace, lo que significa que no puede responder a sus deseos. Sin embargo, Sebastián ha logrado encontrar su lugar en el mundo, gracias a su excéntrica abuela Lola y el amor que se siente por la cocina. Los dos están trabajando juntos para preparar deliciosos y exóticos platos en puerto rico, el país de origen de su abuela. La complicidad que se crea entre los dos de ellos (un niño enfermo y una mujer de edad avanzada) se convirtió rápidamente en un fuerte vínculo que logra unir de nuevo para una familia de no-estructurada, ya que, como siempre, «dijo Lola», una comida preparada con amor no solo nutre el cuerpo sino también el alma.»

Esta es la mágica historia de un niño que ha aprendido a bailar con la muerte, y cómo las pequeñas victorias de la familia puede ser utilizado para restaurar los corazones de los heridos, de maneras muy diferentes. La abuela Lola nos enseña que la diferencia entre la alegría y la tristeza se bloquea, a veces sólo por un hilo, frágil, casi invisible. Una conmovedora historia que no te dejará indiferente.