De forma permanente, y casi en el momento en que nacemos, recibimos mensajes sobre el amor a los que ayudan a crear falsos mitos: que para ser felices necesitamos encontrar nuestra media naranja, que los celos son un signo de amor? Cuando la realidad se ejecuta en contra de estos mitos, se produce una frustración que conduce a la infelicidad y, en casos extremos, puede conducir a la violencia de género.