Dublín es la capital de uno de los más fascinantes de Europa, un sueño de la lluvia que ha cautivado la imaginación de todos los viajeros que recorrieron sus calles. Es una ciudad rica en historia y patrimonio, pero también de la inspiración de los proyectos más hedonista. Es suficiente para pasar una noche o dos, para ella darse cuenta de que los dublineses tomar su diversión muy en serio.