Este Diccionario, que quiere recoger, de una manera accesible a un público amplio, no necesariamente especializado, el legado de muchos de los pronunciamientos del magisterio y de estudios teológicos, que tenía la Iglesia en su centro. Como con todos los grandes misterios de nuestra fe, un solo punto de vista no es suficiente para cubrir la totalidad de la riqueza del misterio de la Iglesia. Por esta razón, el Diccionario recoge la voz escrita por un disolvente y el número de empleados elegidos de entre los conocidos productores de la eclesiología y de otras disciplinas afines. De esta manera, se garantiza, en la fidelidad a la enseñanza de la Iglesia, que une a todos los de una pluralidad de enfoques que puede proporcionar una riqueza de aspectos y matices que contribuyen a una visión más apropiado para la Iglesia como un todo.