Conversaciones con Dios, tengo la experiencia es un extraorinaria.

Había llegado al límite de su resistencia. Es en este momento que el dolor es el peor dolor, el que hace la soledad del espíritu, que amenazó con convertirse en la más profunda desesperación. Qué mejor prueba de que usted tiene de la no-existencia de Dios, de su sentido el sufrimiento? Incluso si él existía y era Dios de la bondad, no podía, en su soledad, a petición de un compañero? Este último gesto de esperanza obró el milagro.

A partir de esta crítica de la experiencia de la vida, Conversaciones con Dios, es la transcripción de la más raro-aunque tal vez no debería ser considerado como el más necesario de los diálogos: a través de ellos, revela un Dios tolerante, como un conocedor de los fuertes anclajes morales de la mayoría de los seres humanos que la intensidad de la ayuda de sus deficiencias. Y por esto, más interesados a proponer a sus criaturas, una actitud que, mediante la imposición de un código rígido y normas de desarrollo. Un Dios, el bien, el hombre, en tanto que los hombres son creados a la imagen y semejanza de él.

«Este no es un libro escrito por mí, sino que ha tenido para mí.»

Neale Donald Walsch