En la navidad del año 2009, un funcionario de la Seguridad Social, Pepa Ordovás, muere al ser empujado por una mujer joven en la ventana de la oficina de Uvés, donde trabaja. La joven se escapó, pero en su vertiginoso progreso del vuelo a un contenedor, un sombrero, y una k-forma: sólo las pistas con el que se puede trabajar con Julian
La trenza, el teniente de la Policía Judicial de la Guardia Civil, en su investigación.

Este caso se rompe cuando vea una pista sobre la ubicación de Luba, una joven que había desaparecido dos años antes y con quien Trenza cree que tienen vínculos de sangre. Con la subinspectora Teresa, descubre que Ella ha logrado escapar de una casa en Madrid, dedicada a la prostitución y el juego. La niña logra esconderse en el sótano de la casa de campo de Palencia. Es que después de vagar a través de la nieve y el sufrimiento de una caída que provoca una herida profunda. La casa donde se escondía, pertenece a una famosa actriz, Elsa Davín, que está en el proceso de preparación de una Casa de muñecas, su gran sueño. Ella y su amiga Muriel llega a la casa una noche, profundamente preocupado por algo que sucedió en Madrid.

Es así como poner en marcha un ambicioso y absorción de la trama en el paso de un par de personajes atormentados y compleja historia de intenso, a veces sorprendentes, que permite mantener al lector enganchado hasta la última página y más allá.