En este impresionante tour-de-force narrativo, Margaret Atwood nos invita a compartir en la vida íntima de una de las figuras femeninas más populares del siglo XIX en Canadá. Un coro que profundiza en la complejidad y los impulsos del alma humana, y reproducido con fidelidad y el dominio del claroscuro y las paradojas de la sociedad del siglo xix. Una historia cautivadora, en la que la imagen de las cobijas, telas colcha, simboliza el grado de precisión de la multiplicidad de los rostros de los Alias de la Gracia y de la verdad que se ilustra.

En julio de 1843, de Gracia, de Marcas, de dieciséis años, que se dice ser el cómplice de la participación en el asesinato de Thomas Kinnear, cuyo servicio, he estado trabajando como un ama de casa, y Nancy Montgomery, el ama de llaves y amante de Kinnear, y finalmente condenado a una pena de prisión de por vida. En la agitación causada por estos terribles acontecimientos, hay división de opiniones: algunos consideran a la mujer inocente, mientras que otros argumentan que es una mala persona o, tal vez, de que ha perdido la razón; por su parte, la Gracia insiste en el hecho de que no recuerda nada de lo sucedido. Años más tarde, un grupo de reformadores y espiritistas en busca de un perdón de la chica para contratar el doctor Simon Jordan, un líder en el floreciente campo de la psicopatía. Las nuevas técnicas utilizadas en Europa, el joven médico, entrevista con el detenido, a quien le cuenta los detalles de su historia, desde su infancia en Irlanda y sus años de pobreza y marginalidad en el Oeste de Canadá, acercándose poco a poco hasta el punto donde él afirma no recordar. En sus esfuerzos para interpretar la confesión de la Gracia, dr.. El jordán va a estar revelando los luctuosos acontecimientos del día a día y determinar si la Gracia de las Marcas es en verdad una femme fatale, o simplemente una víctima de las circunstancias y de los prejuicios sociales en vigor.